Estamos ante la mayor crisis interna a la que se enfrenta el Gobierno de Vladimir Putin desde el comienzo de la invasión del territorio ucraniano en febrero del año pasado. Meses de tensión entre Yevgeni Prigozhin y la cúpula del Ejército ruso sobre el desarrollo de la guerra de Ucrania han terminado por explotar en las últimas horas, con la entrada del jefe del grupo de mercenarios Wagner en la ciudad rusa de Rostov, sede del mando militar sur, mientras desde Moscú se ha abierto una causa penal en su contra por incitar a la rebelión armada.
En la tarde del pasado viernes, Prigozhin acusó directamente a la oligarquía rusa y el Ministerio de Defensa, más concretamente al titular de la cartera y al hombre al que considera su némesis, Sergei Shoigu, de engañar al presidente para invadir Ucrania. Horas después, la organización denunciaba “un ataque con misiles asestado por militares” del Ejército ruso contra sus campos de entrenamiento. El Ministerio de Defensa rechazó categóricamente la acusación, que tachó de “provocación informativa”.
Putin califica de “traición” la sublevación del líder de Wagner y advierte que responderá por ello
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha calificado de traición la sublevación iniciada esta noche por el grupo de mercenarios Wagner, encabezado por Yevgueni Prigozhin, y ha advertido que los responsables pagarán por ello.
“El que organizó y preparó la rebelión militar traicionó a Rusia y responderá por eso”, ha afirmado durante un discurso a la nación difundido por la televisión pública.
Putin ha afirmado que “a día de hoy, Rusia libra una dificilísima batalla por su futuro, repele los ataques de los neonazis y sus dueños”. “Contra nosotros trabaja toda la maquinaria militar, económica e informativa de Occidente. Luchamos por la vida y la seguridad de nuestra gente, por nuestra soberanía e independencia, por el derecho de ser y continuar siendo Rusia, un Estado con una historia milenaria”, ha añadido.
Las declaraciones del presidente ruso se producen después de que el jefe del grupo Wagner haya anunciado que tiene bajo control las instalaciones militares de la ciudad rusa de Rostov, tras declararse en rebeldía con el Ministerio de Defensa de Moscú, al que acusa de haber atacado sus posiciones en Ucrania.