El español Carlos Alcaraz, número 1 del mundo, atropelló este martes al griego Stefanos Tsitsipas, (6-2, 6-1 y 7-6(5), camino de la cita fijada desde hace días en semifinales de Roland Garros con el serbio Novak Djokovic, considerada la final adelantada del torneo.
Será segunda semifinal que dispute el murciano en un Grand Slam, la primera en París, el partido que enfrentará a los ganadores de los dos últimos grandes y a los dos mejores tenistas del momento. Será un duelo para marcar la hegemonía del tenis, porque Alcaraz protegería su número 1 del mundo que el serbio le arrebataría si levanta el trofeo el próximo domingo.
Alcaraz y la superioridad insultante
Después de mostrar su buen nivel ante oponentes de nivel como el canadiense Denis Shapovalov y el italiano Lorenzo Musetti, el campeón del Abierto de los Estados Unidos siguió mostrando el crecimiento de su tenis de cara a la hora final, sobre todo para su cruce con el otro teórico favorito del próximo viernes. Sólo un despiste en el tramo final del tercer parcial dio algo de emoción y que el choque se fuese por encima de los dos horas.
El número uno del mundo se mostró demoledor con su ‘drive’ (20 de sus 36 ganadores), con el que martilleó el revés de su rival, incapaz de encontrar sus golpes ni su derecha ni su poderoso saque para poder oponer más resistencia. Sus 30 errores no forzados fueron una losa ante el español.
La frustración del heleno
Alcaraz comenzó firme desde el principio y llenó de dudas a un Tsitsipas que no pudo salir del ‘agujero negro’ en el que le metió el español, muy sólido desde el fondo y aportando además sus mejores golpes. El murciano rompió pronto y el griego no encontró respuesta ante la fortaleza al servicio y sus continuos errores, sobre todo con su revés. Otro rotura, en blanco, ayudó al primer cabeza de serie a cerrar el primer set.
La esperada reacción del de Atenas no llegó. Lastrado por sus fallos (13 en esta segunda manga) y por verse ya desde el primer juego, entregando de nuevo su servicio sin ganar ningún punto, no pudo inquietar en ningún momento al pupilo de Juan Carlos Ferrero, que no bajó un ápice su nivel.
El 6-1 del segundo set fue una demostración clara de la diferencia en la Philippe-Chatrier y tampoco tuvo el efecto deseado en el cinco del mundo, cabizbajo y sin argumentos. El murciano no se descentró y cogió ventaja pronto, pero entonces vivió su peor juego para perder el servicio cuando sacaba para finiquitar el duelo para algarabía de la grada.
Tsitsipas alcanzó la ‘muerte súbita’ y se vio con posibilidades de darle la vuelta a la situación, pero ahí Alcaraz ofreció de nuevo su mejor versión para sentenciar y empezar a pensar en el reto que le espera el viernes ante el ganador de 22 ‘Grand Slams’.